domingo, 21 de febrero de 2010

El río Ésera a su paso por Graus (Huesca)



En la génesis del Reino de Aragón a principios del pasado milenio su fundador, el belicoso y violento Ramiro I, consideró la toma de la plaza musulmana de Graus como una acción prioritaria de su reinado. Reunió un importante ejército, y se trasladó personalmente hasta la Ribagorza para dirigir las operaciones, instalando su cuartel general en Pano, pequeño pueblo del Valle de la Fueva, y desde allí junto a su pariente y aliado el Conde de Urgell Ermengol III iniciar el asalto a esta importante plaza perteneciente a la taifa de Zaragoza, Marca fronteriza de los dominios hispanomusulmanes y emplazamiento estratégico clave. Según cuentan las crónicas, las mesnadas cristianas comandadas por el príncipe Sancho (futuro SanchoII). Al frente del potente ejército islámico, y acompañado de un joven alférez de 20 años, Rodrigo Diaz de Vivar, pues cobraba parias del hayib de Zaragoza Al-Muqtadir, que también iba en la expedición. Sobre este punto hay diversas opiniones; unos dicen que los castellanos no tomaron parte, y otros lo afirman categóricamente. El proyecto fracasó cuando murió Ramiro de una lanzada en la frente. El regicidio fue perpetrado por el moro Sadaro infiltrado entre su guardia en el campamento de Campo Zapata, justo debajo de la Iglesia de la Peña de la foto de arriba, que era la fortificación musulmana que defendía la plaza. Con la muerte del Rey el ataque de las tropas aragonesas y catalanas fue rechazado, y la toma del estratégico enclave demorada para más adelante.



Llegando a Graus el pantano de Barasona entre la bruma.








viernes, 19 de febrero de 2010

El Castillo de Novales (Huesca)



A pocos kilómetros de la capital de la provincia se encuentra el pueblo de Novales, núcleo de población formado alrededor de la fortaleza medieval, que desde el promontorio visualiza un amplio paisaje. En la actualidad, otra construcción más acorde con las necesidades del siglo XXI se halla a pocos kilómetros de la vieja reliquia: el aeropuerto Huesca-Pirineos, donde esquiadores de todo el mundo aterrizan para deslizarse por las estaciones pirináicas.


Este castillo fue mandado construir por Sancho Ramirez a mediados del siglo XI, siendo su primer teniente designado por el Rey, el conde Fortún Garcés; se trataba de un puesto fronterizo estratégico, puesto que el limes con los territorios musulmanes se hallaba a pocos kilómetros. Según me comentaron hasta la última guerra civil vivió gente en sus dependencias, abandonándose despues, quedando en un estado de desidia y postración que las obras de restauración que se llevan a cabo en la actualidad, quieren paliar.





Las caballerizas.






jueves, 18 de febrero de 2010

Sant Esteve de Llitera (Huesca)


Más conocido como el Puente Perera.


A comienzos del siglo pasado se construyó el Canal de Aragón y Cataluña, una de las más avanzadas e importantes obras hidráulicas de su tiempo en Europa, gracias al impulso de políticos como Joaquin Costa, entre otros personajes de relevancia del siglo XIX. Hubo que salvar varias dificultades orográficas, como ésta del barranco Perera en Sant Esteve, y otras, que requirieron obras de verdadera ingeniería hidráulica, como el increiblemente inteligente Sifón del Sosa en La Almunia de San Juan. Fue una obra ingente y revolucionaria, que supuso una radical transformación de la agricultura y ganadería de toda la comarca aragonesa y la catalana del Segriá. Fue inagurado en 1906 por el Rey Alfonso XIII. El otro día pasé por allí, y me sorprendió gratamente el excelente estado de conservación que se encuentra, memoria viva de un elemento de influencia decisiva en la vida de quienes hemos nacido en esa tierra.








Y estos pivots de riego, potentes máquinas que administran el agua que de los Pirineos viene, han sido los causantes de la gran riqueza agrícula y ganadera de la comarca. Si entrais en Google Earth sobre la Llitera, vereis miles de circulitos: son estos pivots, el mejor invento para regar. Los entendidos dicen que no se puede inventar nada mejor.