Este fuerte y presidio construido sobre la roca, entre Urdós y Etsaut en el Valle del Aspé, en siglos XVI y XVII. Aquí estuvo preso el Mariscal Petain al terminar la Segunda Guerra Mundial.
Esa costura que puede verse en medio de la montaña, es el famoso Chamin de la Mature, el Camino de la madera, según una particular traducción local. Se encuentra entre Urdos y Etsaut, en el Valle del Aspé de los Pirineos Atlánticos franceses. Se trata de una desalmada locura perpetrada por algún ministro del eximio Rey Sol, Luis XIV de Borbón, aquel de "L´Etat c´est moi", quien vivía una vida muelle acunada por el lujo desorbitado de de su "palais" en Versalles, cuando hizo construir a principios del siglo XVIII esa veta en la pared de piedra caliza a unos ochocientos metros de altura, utilizando para la delirante empresa a presidiarios colgados desde la cima de cuerdas. Murieron miles de personas, cuyos huesos yacen en la profundidad del barranco llamado, La Gorge de l´infiern". El objetivo era llegar hasta una arboleda que había en el valle del otro lado para talar, y cuyo acceso por cualquier otro sitio era imposible, con el fin de transportar, arrastrados por bueyes, los árboles que necesitaba para los mástiles de los buques de su Armada naval, piezas imprescindibles en sus saqueos y rapiñas por los anchos mares, razzias que alimentaban su avidez de lujo y francachelas de Versalles. Joyas que luego llevaban las putas de lujo que siempre pululaban a su alrededor.
Mientras lo visité y fotografié no dejé de pensar en algo casi de chiste, pero por desgracia muy trágico, o dramático: uno llega a la conclusión, que era muy lógico y normal que a los franceses del siglo XVIII les entraran una ganas locas de rebanarles el pescuezo a estos putos Borbones. ¡No es posible tal desprecio a la vida del ser humano por el propio ser humano no genere sed de venganza!.Y la guillotina la saciaba. Esto es lo que uno puede entrever, pero...¿y lo que no sabemos, y la Historia nunca nos ha contado?. Me dio la impresión de que los actuales habitantes del Valle del Aspé sienten verguenza que un antepasado compatriota suyo tuviese una idea de semejante maldad.
