miércoles, 29 de abril de 2009
El centenario y emblemático Hotel San Ramón, recientemente restaurado e inagurado a principios de año. Los alegres espíritus de Harry Gomez y José Mari Añaños, y de tantos y tantos barbastrenses más, seguro que aletean asombrados entre sus paredes y muebles, contemplando llenos de estupor sus vitrales y ventanas; del mismo modo que habitaran para siempre en nuestra memoria.
Torre exagonal de la Catedral, construida durante la Edad Media alrededor del viejo minarete de la mezquita de la época musulmana, que continua dentro intacto.
Museo Diocesano y palacio episcopal, recientemente restaurados con el dinero laico del gobierno de Aragón. ¿No cabría preguntarse cómo puede sentirse un ateo cuando el príncipe de la Iglesia, cardenal Rouco Varela y demás adláteres, lanzan esos furibundos ataques contra su pensamiento, mientras él, indefenso pagano (de pagar) contempla la sustracción de sus impuestos de la educación de sus hijos, para que ellos, los princeps gestores de la Divinidad, puedan vivir cómodamente en estos modernos palacios, que les salen gratis?. ¡Qué banda...! Si Jesús de Nazaret regresará, sin duda, los expulsaría de sus poltronas.
La restaurada casa donde nació el fundador del Opus Dei, el poderoso santo, Josemaria Escrivá de Balaguer. Personaje especialmente apreciado por los comerciantes de la zona, pues se trata de un importante foco de atracción turística. Últimamente se hablaba de la creación de un centro de interpretación dedicado a la vida del ilustre hijo de la plaza, impulsado por una asociación de comerciantes, con la esperanza de que los turistas fans del santo vecino demoren en mayor medida su tiempo y extraigan con más abundancia sus buenos euros de las carteras.
Plaza del Mercado. Lugar emblemático de la ciudad y centro neurálgico de su actividad comercial, los viejos edificios conservan la memoria de su milenaria historia, cuando era lugar de convivencia de las tres culturas: musulmana, judía y cristiana. Existe, como puede apreciarse en la foto, una buena conservación que ha mantenido su espíritu a lo largo del tiempo. El edificio modernista de Almacenes San Pedro es una muestra evidente de ello.
El palacio de los Argensola, los hijos ilustres de la ciudad y poetas del Siglo de Oro de las Letras. Actualmente sede de la importante Biblioteca Municipal y centro de diversas actividades culturales.
martes, 28 de abril de 2009
Visita al pueblo rehabilitado de Ibort (Huesca)
Desde Sabiñánigo, en pleno Serrablo y por una pequeña carretera que bordea el río Gállego se llega hasta Ibort, uno más de los muchos pueblos deshabitados de la comarca, debido al abandono dramático de sus habitantes en los años 50 y 60, lanzados hacia el becerro de oro del desarrollismo económico franquista de ciudades como Barcelona o Zaragoza, dejando atrás a sus antepasado, recuerdos y miserias, todo a merced de las zarzas salvajes y el olvido inmisericorde. El pueblo es propiedad de la DGA en la actualidad, quien tiene un contrato de cesión temporal con un grupo de amigos, que "hartos de las grandes ciudades", en la mitad de los ochenta decidieron un día alejarse de aquel modo de vida, para recogerse en el silencio de estas montañas.
Los habitantes del pueblo se comprometieron en el momento del acuerdo con la DGA a la rehabilitación del pueblo. Una muestra de ello es la iglesia románica.
Puente sobre la vía ferrea Zaragoza-Canfranc, que se construyó a principios del siglo pasado. El lento, delicioso y entrañable Canfranero lo atraviesa varias veces al día.
Este ibortcense no puede reprimir mostrar su sueño de tan dificil, aunque no imposible, realización: vivir la III República Española.
domingo, 26 de abril de 2009
Allué, en pleno Serrablo (Huesca)
Panorámica del llano donde está ubicado Allué. Al fondo los picos más altos de la cordillera pirináica cubiertos de nieve.
Iglesia románica de Allué en pleno Serrablo, a cuatro kilómetros de Sabiñánigo. Se trata de una población en un llano-balcón, situado en las montañas que forman el valle del río Basa.
viernes, 17 de abril de 2009
Visita al Congosto de Olvena (Huesca)
Puente románico de Olvena
El antiguo puente medieval, conocido como el Puente del Diablo que salva el río y que se encuentra ya inutilizado. Sobre este puente existe la leyenda faustiana de una doncella que vendió su alma al Mefisto de turno, si éste terminaba de construir el puente, la muchacha le entregarías sus encantos; la transacción debía de hacerse al amanecer, pero la doncella raptó al gallo que debía anunciarlo, asi que no hubo amanecer para el burlado Mefisto, que se quedó dormido por el cansancio, y la doncella salvó su honor.
El inutilizado puente medieval, sustituido por otro contemporáneo más vigoroso, encuentra ahora el mismo destino que la vieja leyenda: ser un mero ornato.
Cuidado huerto, curiosamente construido, en medio de la montaña, detras de la casa: la tienda en casa.
El pueblo, construido en el siglo XII alrededor del castillo que controlaba el acceso al Sobrarbe y al sur de la Ribagorza.
Arbol milagrosamente vivo en plena pared, junto al cementerio que se halla en lo más alto del monte. En los entierros cuyo cadaver sea muy pesado, quienes transporten el féretro deben sudar lo suyo.
Cumbre del monte donde se úbica el murador que domina todo el Congosto. Excelente lugar para pasar unas horas de lectura, reflexión o mera delectación con el paisaje.
Vista en la luminosa mañana desde el Mirador de Olvena de la carretera que bordea el río Ésera, a su paso por el Congosto camino de su desembocadura, unos cientos de metros más abajo en el Cinca.
sábado, 11 de abril de 2009
Un sol blanco que hacía presagiar el aguacero: "Sol blanco, agua al campo", decían los viejos del lugar.
El monte del Puntal al fondo, al que pronto cubriran las nubes, y la rendrija del cielo por donde se cuela la mortecina luz acerada de la tarde.
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