lunes, 16 de marzo de 2009

Pub Novocento de Binefar. Año 1983


En primer lugar gracias, Francisco, por enviarme las fotos. Me ha emocionado ésta de aquellos años gloriosos del Novocento, tan llenos de alegría, música y amistad de la buena. Te lo juro, ha sido un delicioso soplo de aire fresco en esta tarde de lunes. Me has alegrado el día, colega.
Estabas sobrado de razón acerca de lo que comentabas en tu correo sobre el "tiempo pasado". Es mejor no decir nada, el nuestro no fue ni mejor ni peor, sencillamente pasado, y ya está. Punto y aparte.
Bueno, esta foto está tomada seguramente allá por el año 1983 en el pub musical Novocento de Binefar, abierto en los años setenta por Joaquin Monje, de Altorricón, primer garito de este estilo en la provincia de Huesca, a imagen y semejanza de su adorado Bobby´s de Barcelona, y que todavía sigue funcionando a pleno rendimiento de éxito popular, tocado por esos fieles dioses de la benevolencia, seducidos por su irreductible, eterno encanto. Decía un amigo mío: "Esta barra tiene madre, como el buen vino". Y es verdad, en aquella nuestra inolvidable y venerada "Cueva" de grandes conversaciones, risas, cuentos y noches locas, ese lugar donde los ángeles siempre respiraron, incluso los caidos, aquel aire de templo del rock contemporaneo, en medio de cuyos efluvios descubríamos los entresijos de la vida auténtica.
Durante casi cuatro años de mi vida pasé ocho horas diarias detrás de esa barra poniendo música y cubatas, envuelto en el humo de cigarrillos y "petas" y abducido por el ambiente de mágicos encuentros que se vivía en aquel formidable antro, miles de horas de audiciones musicales de lujo, montones de historias repletas de "hechos de la vida", que diría el personaje de Conrad, con cientos de ellos de carne y hueso e insondable calado, auténticos artistas de la vida, que mostraban sus momentos de miserias y grandezas, porque de todo hay en la vida. Cuando lo pienso... ¡Guau! sería demasiado, una vuelta a aquel pasado.
Lo siento, Francisco, me he dejado arrastrar.
Bien, paso a enumerar a los integrantes de la foto. De izquierda a derecha: Antonio Benac: joder, Toñito, nos hemos hecho mayores, eh; Manolet, o sea yo; Lola Murillo, bien guapa ella, como siempre; la gran Pilara, "compi" de Toñito en sus viajes lúdicos a Lleida; y la dulce Elena, la chica de Algayón.




Por supuesto, que esta entrada se la dedico a mi amigo de Binefar, Francisco Serrat.

1 comentario:

Josep M. Maya dijo...

Sí que es una foto bonita, sí...
Y aunque el tiempo a velado algún color, dejándole un tono púrpura ¡qué guapos estáis todos! Hasta al escéptico Toñito se le intuye una sonrisa.
El pasado también da buenas sorpresas. Os quiero.