Y aquí está el último vértice del triángulo vital del que os hablaba: el puente románico sobre el río Vero, cerca de Barbastro. Salí de casa por la mañana otoñal dispuesto para hacer un raid fotográfico en toda la linea; la noche anterior había llovido de lo lindo y el Vero bajaba animado, y descubrí que la nueva carretera había dejado casi al descubierto el viejo puente del siglo XI de Colungo, al que por su forma llaman, el de "La Albarda". Le hice unas cuantas fotos mientras reflexionaba sobre los esfuerzos, sacrificios y sufrimientos que padecieron las generaciones anteriores para sobrevivir y legarnos el mundo actual. Unos trabajos que la cultura hedonista de una parte de nuestra sociedad actual desdeña despectivamente. ¡Qué grave error!.
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