jueves, 18 de febrero de 2010



A comienzos del siglo pasado se construyó el Canal de Aragón y Cataluña, una de las más avanzadas e importantes obras hidráulicas de su tiempo en Europa, gracias al impulso de políticos como Joaquin Costa, entre otros personajes de relevancia del siglo XIX. Hubo que salvar varias dificultades orográficas, como ésta del barranco Perera en Sant Esteve, y otras, que requirieron obras de verdadera ingeniería hidráulica, como el increiblemente inteligente Sifón del Sosa en La Almunia de San Juan. Fue una obra ingente y revolucionaria, que supuso una radical transformación de la agricultura y ganadería de toda la comarca aragonesa y la catalana del Segriá. Fue inagurado en 1906 por el Rey Alfonso XIII. El otro día pasé por allí, y me sorprendió gratamente el excelente estado de conservación que se encuentra, memoria viva de un elemento de influencia decisiva en la vida de quienes hemos nacido en esa tierra.

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