martes, 23 de marzo de 2010

Este hogar antiguo sacado de la nada gracias a la profusa imaginación de sus autoras, ilustra perfectamente el ambiente en que se ha mantenido la eterna necesidad del ser humano por perpetuar la memoria de sus hechos, lo que nos permite conocernos mejor y pulir nuestros defectos. Es uno de los aspectos más cruciales a la hora de indagar acerca de la inquietud del ser humano por el conocimiento sobre si mismo. Hoy en día con el abrumador despliegue de medios tecnológicos a nuestro alcance parece prehistoria, así que no está mal recordar a los niños, que no hace tanto tiempo era un lujo la electricidad.

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