martes, 9 de marzo de 2010

De este pueblo salió uno de mis antepasados para casarse en Estadilla, y contribuir a la expansión del apellido Naval. Desde siempre había oído en mi familia que los Naval de Estadilla procedían de la Puebla de Castro, aunque yo lo ponía en duda, pues estaba convencido que la procedencia correspondía a Olvena, pueblo más cercano a Estadilla, y donde se halla la imponente casa solariega, con el escudo de la barca en alta mar y su mastil roto, de esos Naval aristócratas y navegantes, y ricos y poderosos también como podía apreciarse por el enorme caserón. Aquí era distinto el caso, pregunté si existía alguien con el apellido a un señor que andaba por allí, y me señaló con mucha amabilidad un sencillo edificio al final de esta calle de la foto: "Esa de la esquina es casa Naval", me contestó, y deduje que no eran ni ricos, ni poderosos, ni tenía aquello visos de navegación alguna; ahora eso sí, daba la sensación de ser una casa de gente trabajadora y honrada, y a buen seguro, a carta cabal. De allí debió salir mi antepasado; como acostumbra a suceder, tenía razón mi madre. Y sentí una íntima emoción al contemplar ese lugar dos siglos después, y recordé al abuelo que conocí y amé, aquella persona entrañable que me enseñó las cosas que realmente importan en la vida. Y ahora puedo valorar sin riesgo a la equivocación, que esa es la mejor herencia que puede uno recibir.

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