Este monasterio cuyo inicio de construcción es del tiempo hispanovisigótico, tuvo gran relevancia en los inicios del Reino de Aragón, siendo muy venerado y protegido por los Ramirez; la infanta Sancha, hija de Ramiro I fue su abadesa y gran benefactora. Aquí se educó Alfonso el Batallador, y lo cierto es que los monjes hicieron de él un cristiano muy aguerrido. Cuando lo visité era muy pronto y estaba cerrado. No pude verlo por dentro. Otra vez será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario